ADN Digital
Desde el primer momento en que el medio impreso, propiedad de Antonio J. Vierci, el diario Última Hora, anunció pomposamente en tapa que iba a iniciar la publicación de una serie de encuestas sobre las preferencias de los electores, a la vista de las próximas internas coloradas, ya los estrategas de la campaña de “Santi” Peña se habrán tomado de la cabeza intuyendo lo que se les venía encima. En tanto que los de la vereda contraria, los operadores maritistas, cual “perro patán”, la tira cómica de nuestras infancias, se tapaban la boca para contener la risa, ante los aprietos que tendrían que superar sus adversarios, para atenuar el impacto de la “bomba mediática”.
Por supuesto que desde la primera entrega, lo que era una cuasi certeza, se convirtió en tal, guarismos desorbitados a favor del candidato de la disidencia, así toda la serie, abarcando toda la semana, todos, pero absolutamente todos los datos recogidos por la “en-cuesta” eran desfavorables al candidato del oficialismo. Ni siquiera un “changui” como dice la gente, para disimular el vil manoseo de los datos.
Ahora acaba de estallar otra bomba en torno a tan rebuscado recurso. Resulta que la propietaria de la agencia Ibopeque hizo la medición, es la suegra del cuñado de Marito. En otras palabras el hermano de la esposa de Marito está casado con la hija de la buena señora. ¿Y qué? Podría plantearse la gente. ¿Acaso la agencia no podría hacer su trabajo manteniéndose al margen del parentesco político? Evidentemente que sí. Pero no es el caso. La familia propietaria de Ibope es militante enfervorizada de la campaña del disidente. Existen tuits en las redes que lo atestiguan.
En fin. Un bochorno. Ya no es posible hablar ni siquiera de “encuestruchas”. Este caso es la quinta esencia de lo que no debe ser en esta materia.
En realidad, que esto ocurra ya no debe extrañar a nadie. Pasa incluso a nivel mundial, recientemente en la Argentina, cuando las PASO (elecciones legislativas), se divulgaron resultados que estaban lejísimo de la realidad.
Pero volviendo al ámbito local. Llama la atención la alevosía con que fue diseñada esta encuesta de fantasía.
Y la hipótesis del por qué provino de las carpas de los afectados, los partidarios de “Santi” Peña.
Evidentemente reina una gran preocupación en la disidencia colorada. Su candidato llegó a un techo y no está creciendo más, entretanto en la competencia, el ambiente es muy distinto. El exministro de Hacienda capta cada día más simpatías de todos los sectores, incluso los independientes, que lo miran cada vez más con creciente interés. Si las cosas siguen así, los resultados para los “Stronistas Añeteté” será sencillamente catastrófico.
De este cuadro de situación evidentemente saltó la idea. Eligieron a un medio con un propietario servil a sus intereses y a una agencia propiedad de un pariente. Y perpetraron la “en-cuesta”.
Uno de los sesudos estrategas del tema, imaginamos que habrá dicho con rostro serio. “Démosle unas tapas al amigo, a ver si no lo ayudamos a salir del problema”.