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Un debate que ABC y Vierci no quieren

Envalentonados por la renuncia de José María Ibáñez a su banca en la Cámara de Diputados, que, como dijimos, debió presentarla cuando se conoció el caso, hace ya 5 años, los medios que propiciaron la campaña destituyente (las plataformas de ABC, más los canales, radios y diario del Grupo Vierci) ahora “indican” a la ciudadanía cuáles son las cabezas que deben rodar a continuación. Extrañamente, aunque a decir verdad no tiene nada de extraño, en la “hoja de ruta” que trazaron no figuran, ni por asomo, los protagonistas de los más grandes escándalos que vienen sucediéndose en nuestro país, tanto en materia de corrupción, como de atropellos inmisericordes a la institucionalidad de la República, es decir, a la democracia misma.

La “indignación selectiva” que ahora promueven se focaliza, por supuesto, en legisladores electos por la ANR  y más específicamente de algunos que pugnaron en las internas de diciembre como parte de la lista de Honor Colorado, así como en algún aliado del gobierno saliente.

La única duda que tienen los que confeccionan la “lista negra” es quién la encabeza. Si el senador Oscar González Daher, cuya impopularidad es tan elevada como la de Sampaoli en la Argentina y, en consecuencia, es una presa relativamente fácil; Víctor Bogado, por el cual la familia Zuccolillo siente un odio visceral, o Jorge Oviedo Matto, por ser uno de los defensores de los proyectos del Ejecutivo saliente en la Cámara de Senadores.

Estos y otros legisladores tienen causas pendientes de definición en la justicia ordinaria, cuyas investigaciones no deben sufrir trabas de ningún tipo, ni fueros que las impidan. Dicho esto, resulta claro que ambas cámaras del Congreso pueden activar el resorte de la pérdida de investidura, si existen elementos fehacientes que lo ameriten, pero no como arma política contra sus adversarios, ni por imposición de poderes extrainstitucionales, sean del orden que fueren, como el que detenta la prensa u otros grupos de presión.

Las cosas se complican por el carácter “selectivo” de la “indignación”, lo que da pie a que se interprete como una persecución política,  y porque se ocupa de niveles inferiores de los muchos casos que deberían ser motivo de escándalos, omitiendo de exprofeso los superiores.

Le invitamos a los lectores, que con fundadas razones están muy molestos con OGD, por ejemplo, a ejercitar juntos la memoria y traer a colación casos de mayor gravedad, como el casi inadvertido “blanqueo” de Rafael Filizzola, acusado de defraudar al Estado paraguayo nada menos que 9 millones de dólares, en el meganegociado de los helicópteros que adquirió para la Policía cuando era ministro del Interior. O de Efraín Alegre y su archi famosa “ruta de la mentira” y el dictamen de Contraloría que en un solo ejercicio detectó un faltante millonario, cuando era titular de Obras Públicas. O el Contralor General de la República, al que se le sometió a un juicio político que se halla congelado, nada menos que por haber dejado un “clavo” de 3 millones de dólares a la Municipalidad de Asunción.

Pero los escándalos no se reducen a los de índoles económicos. Nuestro sistema institucional fue salvajemente atacado hace apenas 5 semanas por el entonces presidente del Senado, Fernando Lugo, al decidir que dos senadores electos y proclamados no ocupen sus bancas, designando por cuenta propia a otros a los que nadie eligió. Conclusión, hoy es senador alguien que incurrió en el delito de usurpación de poderes, a la vista de toda la ciudadanía, y a raíz de eso hay dos personas en el Senado que no son senadores, degradando dicha instancia legislativa a escalas nunca vistas con antelación.

Pues bien, sobre nada de eso se expiden ABC, radio Cardinal, ni Telefuturo, sus radios y Última Hora. Sospechoso, ¿no?

Les invitamos a dichos medios a debatir estos temas, a realizar una campaña para que se esclarezcan en las instancias pertinentes y estas adopten las medidas que correspondan. Y en ese marco, por supuesto que pueden y deben abordarse otros de menor jerarquía, que incluya a todos los diputados y senadores investigados por la justicia. Pero a todos…, no solo a algunos.

Mientras, vaya una recomendación a los grupos mediáticos antes mencionados, que con certeza caerá en saco roto. No se arroguen facultades de las que carecen, como la de andar echando legisladores y avalando a usurpadores, porque eso reafirma el perfil de violadores de la Constitución, que ya detentan, por lo cual alguna vez serán juzgados.

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