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El Caso Gramont y los stronistas

La histórica sentencia de un tribunal de los Estados Unidos a favor del Estado paraguayo, liberándolo de la carga de pagar una deuda espuria de unos 100 millones de dólares por el caso conocido como Gramont Berres, es un lastre, hay que recordarlo,  del stronismo y los stronistas, que manejaban así irresponsablemente y sin rendir cuentas a nadie, los destinos del país.

Y es bueno además, poner el asunto en perspectiva porque la amenaza del retorno al autoritarismo está nuevamente latente con el grupo stronista-marioabdista que está empeñado en hacerse del poder, a como dé lugar. Por eso la fobia al gobierno de HC.

Si en un momento sus representantes prefirieron mantenerse ocultos hasta que pasara el vendaval de investigaciones, imputaciones y cárcel para los seguidores del dictador, que enrealidad todo fue muy leve,  hace pocos años decidieron que el peligro había pasado y que podían sacarse la careta, mostrándose tal cual son en realidad, personajes turbios, hartos de las libertades consagradas y respetadas y con muchas ganas de cortar toda manifestación democrática que permita al pueblo a decir lo que piensa.

Gustavo Gramont Berres fue un “embajador itinerante”, cargo creado exclusivamente para este estafador chupamedias del dictador Stroessner, a quien simuló servir para servirse de él, en realidad y sobre todo de su poder omnímodo.

Todos los negociados en los que involucró al país los hizo en nombre de su jefe. Es por eso que cuando, ya en plena democracia, el escándalo estalló y el país tuvo que enfrentar una denuncia internacional, hubo un sector que pretendió pagarla, con la excusa de que de esa manera se terminaría el problema.

La decisión tomada por Horacio Cartes, de presentar pelea ante los tribunales internacionales, hizo que, 2 años después de la demanda, una jueza americana dictara sentencia a favor nuestro, liberándonos de esa deuda que habría de hipotecar el futuro de nuestra gente. Ninguno de los retoños, de la antigua “tierna podredumbre”  por lo menos cerró el pico, no, sangraron por la herida, pichados,  aunque no sabían para dónde tirar, ni con que argumento, se permitieron criticar el tema. Esa es su esencia. El mal, ni siquiera un resquicio de patriotismo

Insistimos, la amenaza no ha terminado. Ellos pretenden volver, y utilizan cualquier espacio que consiguen, como el Senado, para desde allí torpedear todo el proceso político, económico y social del país, a fin de volver como “los salvadores de la patria”, vaya y ¡qué salvadores!

Aunque han acusado el golpe de esta sentencia que nos ubica de nuevo en el sitio que nos corresponde, ellos no han tirado la toalla. Están tan dispuestos como antes a dar pelea y para ello utilizan toda su artillería para atacar permanentemente al gobierno, aunque ello implique un ataque directo y agresivo al país.

No hay que bajar la guardia. Estos personajes siniestros deben formar parte definitivamente del basurero de la historia.

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