ADN Digital
El gobierno actual cometió muchos errores que lo llevaron al borde del desastre y de no mediar la mano salvadora de quienes fueron marginados alevosamente y que tenían por ello todo el derecho del mundo a darle las espaldas, otro hubiera sido el final de la historia.
Se “calafateó” el barco como diría cierto personaje, pero el peligro de que la nave zozobre, siguen latente.
No se toman decisiones, las mismas que todo el mundo reclama. Se anuncia y se vuelve a anunciar que se aproximan cambios, que el 15 de agosto, que ya pasó a la historia, que una semana después, que en cualquier momento, etc., pero no pasa nada.
“No hay un punto de inflexión, el que espera la ciudadanía”, al decir del legislador cartista Juan Darío Monges.
Uno de los gruesos errores cometidos por el gobierno fue el nombramiento de Eduardo Petta como ministro de Educación. De mil maneras se le hizo saber al mandatario que el hombre tenía características para otro tipo de función, más perfil de “sheriff”, en instituciones afines para ello, donde ya estuvo y salió bien parado. Pero no en el Ministerio de Educación, cartera difícil y donde los problemas son tantos y tan postergados, que hasta al más pintado le resulta dificilísimo escalar esa cuesta.
Se esperaba el nombramiento de un técnico, alguien que entendiera el tema, que manejara los nuevos códigos de la educación que rigen hoy al mundo. Pero no. Se nombró a Petta contra viento y marea. Y sigue allí. Ahora parece que tampoco lo van a alcanzar los cambios que está prometiendo el Ejecutivo. De hecho Abdo ya dijo que el hombre “goza de su confianza”, lo cual es un preludio de lo que va a suceder.
Todo lo que hizo lo hizo mal, sostuvo hace poco el gremio de los directores de colegios públicos. Lo mismo lo sostienen los gremios docentes, menos, claro está, el de Piris, abdista de la primera hora, que le perdona todo. Los estudiantes ni que decir, los secundarios organizados pidieron su cabeza en múltiples ocasiones, pero sigue ahí.
Y la educación, buque insignia de las naciones desarrolladas, esperando su redención.
En la fecha, se reprisarán protestas que ya se iniciaron ayer. Todo el mundo en pie de guerra. El “señor ministro” intenta congraciarse “apoyando los reclamos”, pero sin dar soluciones, como si el no fuera el responsable.
Ahora intenta amedrentar “tomando lista” de quienes van a la manifestación.
Petta se aplazó evidentemente. Y también se aplazaron quienes lo nombraron. La “razzia” que se viene, pero que nunca llega, debería alcanzarlo a él como primera medida.
¿O será que el jefe de Estado seguirá ciego y sordo a los reclamos de la ciudadanía?