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ASUNCIÓN. El avance de la tecnología implica también la creación de nuevos hechos punibles. Pero también permite que los órganos de seguridad ciudadana tengan mecanismos adecuados para combatirlos. Un nuevo delito, la pornovenganza, es uno de los que más aumento tuvo en los últimos años, y lo que llama la atención es que las víctimas han aprendido a denunciar y la Fiscalía a actuar para detectar al culpable y lograr su castigo.
Según la fiscal Irma Llano, de Delitos Informáticos, en el 2019 su unidad recibió 1.200 denuncias, entre ellos acceso indebido, estafas y pornografía infantil. El Código Penal establece para este tipo de hechos punibles penas privativas de libertad o multa.
El delito es conocido como pornovenganza porque en la mayoría de los casos los autores son personas que atacan a sus exparejas, invadiendo sus redes sociales y publicando fotos y videos de contenido íntimo, aunque no siempre son personas que estuvieron ligadas sentimentalmente con la víctima.
El procedimiento explicado por la fiscal Llano es que al recibir la denuncia de una víctima de hackeo en sus redes sociales, la sala técnica de la fiscalía ingresa a la cuenta e identifica el IP desde el que se accedió a la misma, y desde qué dispositivo. Luego realiza la trazabilidad porque siempre queda un registro o huella digital de todo lo que un usuario hace en Internet.
La agente fiscal dijo que de las 1.200 causas abiertas el año pasado, son más o menos 350 las que se distribuyen entre acceso indebido y estafa. Las demás corresponden a pornografía infantil. Añadió que las penas carcelarias, que están entre los 2 y 3 años, pueden aumentar dependiendo de la mezcla de los hechos punibles.
