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Sí, pero no

Uno de los discursos más reiterativos de los añetete desde que se pusieron en campaña electoral fue que “durante su gobierno” los corruptos no tendrían cabida ni lugar donde esconderse. La lucha contra este terrible flagelo, amparado siempre por la soberana impunidad, iba a dar resultados magníficos desde el vamos.

Y lo siguen diciendo, como ayer, el presidente del Senado, Silvio Ovelar, quien afirmó que en el gobierno de Mario Abdo Benítez no se protegerá ni siquiera “a los chanchos de nuestros chiquero”, aunque las evidencias en contra sean cada vez más contundentes.

A poco más de 2 meses de gobierno, analistas de todo tipo coinciden en que el desgaste que tiene es algo no visto anteriormente, ya que la norma no escrita, la de los 100 días, suele permitir que el presidente y su equipo tengan ese margen de movimiento antes de que se le empiecen a criticar sus decisiones.

Esta vez las críticas surgieron ya desde la conformación de su selección, la cual despertó más cuestionamientos que esperanzas. Y lo peor de todo es que los hechos están dando la razón a quienes no quisieron apostar por el equipo presidencial porque decían que los antecedentes que tenía gran parte de sus integrantes, afectaría la acción del Ejecutivo.

Patricia Samudio, la presidenta de Petropar, es “chancho del chiquero añetete”, y está siendo abiertamente protegida y respaldada por el presidente, a pesar de que las denuncias en su contra son cada vez más graves y abundantes. Así que si el presidente del Legislativo pretende seguir con la cantinela de que la lucha contra la corrupción afectará a propios y extraños, debería mirar lo que ocurre a su alrededor.

Por ahí dicen que antes de los 100 días, el presidente no debe cambiar a nadie del equipo. Pero también se podría pensar que antes de ese plazo que para algunos es sagrado, nadie del equipo debiera hacer negociados, chanchullos ni nada que pudiera involucrarlo en hechos de corrupción. Así que como esto último no ocurrió, especialmente en el caso de Petropar, tampoco Abdo Benítez está obligado a cumplir con lo primero.

Marito no tiene más de 70 días de gobierno. Y esto es demasiado poco para alguien que tiene 5 años por delante. Pero no puede postergar las grandes decisiones, esas que debió tomar al inicio y no lo hizo. Sin embargo, aún tiene tiempo de enderezar el timón del barco que pareciera que va a la deriva.

Hasta se podrían encontrar argumentos para excusarlo por los desaciertos cometidos hasta ahora. La inexperiencia y la inseguridad que despierta un desafío tan grande como conducir a una nación, pueden justificar las malas decisiones iniciales, más aún cuando pareciera que quien tiene el timón en las manos tiene dificultades para demostrar un liderazgo firme y contundente.

Pero hasta aquí se lo puede justificar. A partir de ahora la cosa tendría que cambiar drásticamente, y por favor, que no sigan insistiendo con que habrá que esperar 30 días más, porque este país ya no resiste tantos errores, que más parecen un ensañamiento que otra cosa.

Samudio, el “chancho del chiquero añetete”, debe irse ya, inmediatamente. En lugar de esperar un mes más para tomar decisiones, lo que debería hacer Marito es tomarlas ahora, para que cuando lleguen los famosos 100 días, el balance no sea tan desmoralizador como en este momento. Aún hay posibilidades de enmendar los errores; pero que no siga perdiendo el tiempo, porque dentro de poco ya será tarde y los daños, irreparables.

Te parece como tema la incoherencia de los añetete que insisten en que no se protegerá a los chanchos de su chiquero pero abiertamente Marito apoya a la presidenta de Petropar?

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