ADN Digital
Artículos relacionados
ASUNCIÓN. El neumólogo José Fusillo, del Instituto de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (INERAM), advirtió hoy que aumentar el número de camas de terapia intensiva, principalmente para pacientes con covid, y sin el personal especializado para el efecto produciría más muertes, antes que salvar más vidas.
“Eso ya se ha visto en países europeos, lo de aumentar camas, sin que eso vaya acompañado del personal especializado, generó más mortalidad en países como Bélgica, por ejemplo, uno de los países con mayor mortalidad en Europa”, subrayó el profesional en un diálogo con periodistas de la 1020 AM.
“La gente que no conoce la realidad de los hospitales tal vez no crea eso, pero desde un principio nosotros habíamos mencionado varias veces que la solución de urgencia podría haber sido meter más y más camas, pero eso no soluciona el problema de fondo”, reiteró.
Asimismo, insistió que, a la fecha, la situación de atender a pacientes con covid se les fue de las manos a los profesionales de blanco en la trinchera contra el Sars-Cov-2 y que, diariamente, los jefes de UTI reciben cientos de llamadas telefónicas de personas rogando por un lecho en las unidades de cuidados intensivos.
“Sí, se nos fue de las manos la situación. Ya escapa totalmente a nuestras posibilidades solucionar o dar atención a todos los pacientes. Es realmente frustrante. Pero, la realidad es que no hay camas (UTI), ni en el sistema público, ni en el privado”, subrayó.
Igualmente, como ya lo dijeron otros referentes de salud, Fusillo enfatizó que acceder a una cama UTI ya no depende de la capacidad económica del paciente o de los familiares, sino que, además de los lechos, no solo faltan médicos, sino hasta espacio físico para acomodar a los enfermos.
“Ya pusimos camas en todos recovecos del hospital y ya no tenemos capacidad cierta de poder seguir creciendo en número de camas. Además, los recursos humanos es otro de los problemas”, agregó.
“Cuando decimos ‘no damos abasto’ no nos referimos a nosotros, sino que la situación es la que desborda totalmente la capacidad de atención. Un médico para atender a 30 40 pacientes es absolutamente sobrehumano y eso, lógicamente, limita mucho más la capacidad de atención. Estamos rebasados, esa es la realidad”, concluyó.
