ADN Digital
Varios medios reprodujeron ayer una entrevista hecha al narco Jorge Rafaat, asesinado el miércoles pasado en Pedro Juan Caballero, quien varias veces dice que el principal interesado en matarlo, “el que sueña con ello, en sus palabras- es el senador liberal Robert Acevedo, recientemente electo presidente de la Cámara y el Congreso. Llegó incluso a tildarle de psicópata, alguien verdaderamente peligroso.
Teniendo en cuenta que Rafaat terminó asesinado sus predicciones toman un cariz muy serio, entonces lo más lógico sería que, de oficio, la Fiscalía iniciara una investigación a Acevedo, puesto que la misma víctima lo señalaba como el responsable de lo que pudiera ocurrirle. Hasta ahora esto no ha pasado, posiblemente porque la investidura como presidente de uno de los poderes del Estado le da al senador liberal una impunidad mayor de la que ya gozan sus colegas.
Pero en realidad aún se está empezando recién a movilizar la maquinaria legal de la Justicia. Posiblemente en los próximos días los fiscales decidan tomar en serio lo dicho por el occiso en la entrevista y tomen el toro por las astas e investiguen a Acevedo como uno de los sospechosos –señalado taxativamente por la víctima-del crimen, para tratar de llegar al fondo del violento acontecimiento. Así que, si realmente se quiere hacer un trabajo serio en el caso del último enfrentamiento entre narcos, en donde Rafaat terminó muerto, no hay forma de que los investigadores no tomen en cuenta estos hechos.
Sería además una excelente ocasión para que el legislador que detentará nada menos que la titularidad del Parlamento Nacional, demuestre lo que afirma enfáticamente en estos momentos. Que no lo querían porque los combatía y que no tiene absolutamente nada que ver en el turbio asunto.
Y si consideramos que en el combate al narcotráfico fue el Senado la cámara que asumió la responsabilidad de denunciar a los narcopolíticos que ocupan bancas en la Cámara de Diputados, lo menos que podrán hacer sus miembros si pretenden tener alguna credibilidad, por lo menos en este tema, será desaforar rápidamente a Acevedo para que la Justicia pudiera investigarle en forma y de este modo deslindar sus responsabilidades.
En octubre de 2014, casi dos años atrás, el Senado presentó a la Fiscalía una carpeta que contenía toda la investigación realizada por la Secretaría Nacional Antidrogas a políticos que tenían vínculos con el narcotráfico. En ese entonces se había identificado a 3 diputados colorados como narcopolíticos, Freddy D’Ecclessis, Marcial Lezcano y Bernardo Villalba, además de otros políticos como Magdaleno Silva, asesinado en Yby Yaú en mayo del año pasado.
Luego de esa postura valiente y decidida de los senadores, no pasó nada. Pero eso no fue culpa de los legisladores que hicieron la denuncia sino de la Fiscalía y la Justicia que no tuvieron representantes con la valentía necesaria para enfrentar a ese mundo oscuro y sangriento. En ese momento quedó claro que el Senado había decidido enfrentar al narcotráfico sin temor y con decisión.
Con tantos desaciertos en su haber, esta postura ante el narcotráfico es uno de los pocos avales con los que cuenta el Senado. Por eso la elección de Acevedo como presidente del cuerpo, lo reiteramos sospechado de tener vinculaciones con el tema, tomó por sorpresa a una mayoría ciudadana que se resiste a pensar que la mafia del tráfico de drogas haya envilecido también a la Cámara Alta.
Si la Cámara tiene la intención de preservar esa buena fama, debe desaforarlo sin dudar, por más presidente que sea. Que se lo investigue. Sies culpable que se lo castigue. Y si es inocente, que nunca más se vuelva a hablar del tema. Perono otorgarle un manto de impunidad,con el cual inaugurará superiodo de gobierno nada menos que del Parlamento Nacional.
