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Se habilitó ayer al público la edición 35 de la Expo Feria organizada por la Asociación Rural del Paraguay y otras entidades empresariales, con la asistencia de autoridades nacionales que destacaron entre otras cosas, que una de las principales novedades es que se adelantó una semana a las vacaciones de invierno, a fin de que los estudiantes puedan asistir con sus profesores y de manera organizada, en tiempo de clase.
Esto no es casual ni superficial. Además de ser la vidriera de ese otro Paraguay, el que trabaja y progresa, la Expo de Mariano Roque Alonso es una muestra evidente para los jóvenes de que con esfuerzo y entrega, se puede salir adelante y labrarse un futuro muy diferente al de la generalidad.
Estamos tan acostumbrados a la mala noticia porque es la que vende, que generalmente ignoramos las cosas positivas y así nos metemos en el berenjenal en el que está nuestra clase política, con negociados, entuertos y corrupción, a tal punto que nos cuesta pensar que hay otra clase de país que está allí nomás, a la vuelta de la esquina, esperando que lo conozcamos y promocionemos como ejemplo de que una vida diferente es posible también en Paraguay.
Ese es el vacío que una vez al año permite conocer la Expo de Mariano Roque Alonso. Allí podemos constatar la realidad de esa gente que trabaja y que progresa. Allí es cuando las oscuras previsiones de que en este país nadie puede avanzar porque la corrupción todo lo afecta, muere ante la evidencia de lo contrario.
Ya lo dijo el ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, al habilitar la presente edición de la muestra: “Este es un foro que nos enseñará cómo la gente que trabaja en el campo, a través de su sudor, logra salir adelante. Estamos ingresando a un nuevo Paraguay, a una nueva etapa en la que el guapo triunfa por medio de su trabajo”.
Por su parte, el coordinador general de la organización, Sixto Miranda, dejó en claro que una de las cosas que más se destacan gracias a la exportación de materia prima es que Paraguay dejó de ser solamente un importador y se ha posicionado como proveedor de productos nacionales para otros países.
Estas dos semanas que durará la muestra permitirán que miles de personas puedan conocer de primera mano los logros de compatriotas que han resuelto romper con el infortunio del que hablaba Roa Bastos y labrarse un presente y un futuro mejores. Los cientos de expositores mostrarán sus productos de manera atractiva y accesible.
Además, la calidad de la organización permitirá que las familias pasen una jornada llena de conocimiento y diversión, constituyéndose la Expo en una excelente opción para disfrutar de los días libres, aprovechando con todo el buen tiempo que nos regala en estos días la naturaleza.
Hay que ir a la Expo 2016. Hay que apoyar con fuerza y entusiasmo a ese Paraguay que merece todo nuestro respeto y admiración.