La misa del segundo día del novenario a la Virgen de Caacupé estuvo a cargo del monseñor Ricardo Valenzuela, obispo del lugar, y la homilía, del presbítero Blas Ávalos, administrador apostólico de la Diócesis de Villarrica.
Bajo el lema “La Eucaristía: la oración más importante de la Iglesia”, el presbítero habló de la oración, que es la relación personal con Dios, y la eucaristía, un encuentro íntimo con Jesucristo.
“Mediante este Cristo vivo en el corazón, debemos defender la familia y la identidad de lo femenino y masculino que somos al nacer, así como ha querido nuestro creador. Hay hambre y sed de una vida digna. Muchas familias tienen que dedicar gran parte de su tiempo y energías para conseguir una alimentación deficiente e insuficiente. Nuestra Iglesia debe profundizar su compromiso en la erradicación de la pobreza. Que todos puedan acceder a la comida festiva y la reunión significativa que significa la Eucaristía”, afirmó el religioso en su homilía.