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ASUNCIÓN.- Se cumplen 10 años del juicio político que costó la destitución del entonces presidente Fernando Lugo, quien recordó el hecho afirmando que “ahí todos hemos perdido. El golpe no ha sido solamente contra Lugo sino contra la democracia paraguaya en transición y con frágiles instituciones”.
En una entrevista concedida a la Agencia EFE, el ex presidente, ex obispo y actual senador por el Frente Guasu, dijo que su triunfo en el 2008 acabó con “61 años de hegemonía del Partido Colorado”.
El 22 de junio de 2012, el Senado declaró culpable al presidente por mal desempeño de sus funciones y lo destituyó del cargo, luego de la muerte de 11 campesinos y 6 policías en Curuguaty durante un desalojo de tierras.
“Hace diez años hubo mucha confusión y sobre todo en la información de lo que fue un enfrentamiento entre policías y campesinos. La que ahora se conoce como la masacre de Curuguaty fue un evento que políticamente se aprovechó muy bien para iniciar un juicio político con un libelo acusatorio con argumentos muy frágiles”, añadió.
Reconoció que su victoria se dio con el apoyo de movimientos sociales y la alianza con el PLRA, pero no tuvo respaldo en el Parlamento ni había buenas relaciones con el Poder Judicial, por lo que, dijo, durante su mandato tuvo 22 amenazas de juicio político.
“A nivel personal, yo ya casi no creía, pensaba que era una amenaza más. Pero estaba tan bien orquestado el juicio con la oposición y algunos organismos internacionales, los medios de prensa, que lo ejecutaron en tiempo récord”, aseguró.
“El juicio político es una figura constitucional que existe en casi todos los países, pero se ha utilizado tan burdamente, específicamente en la argumentación, en el tiempo, en el proceso y también en la condena”, lamentó Lugo.
