Claudia Guillén, la funcionaria fiscal que el domingo pasado protagonizó un escándalo cuando, de modo prepotente, intentó evitar que efectivos policiales retuvieran la camioneta que manejaba y que resultó ser robada, se entregó esta mañana luego de ser imputada por reducción y resistencia.
El caso fue viralizado ayer, debido a que Guillén afirmó ser asistente fiscal y en todo momento actuó de manera prepotente, al igual que su madre, que la acompañaba en el vehículo, que se confirmó era robado y tenía una chapa clonada.
Guardará reclusión hasta su declaración indagatoria y la audiencia de imposición de medidas, a disposición de la Fiscalía. El fiscal de la causa es Óscar López Laterza, quien ayer la imputó por los presuntos hechos de reducción y resistencia, ya que cuando los uniformados intentaron hacer una verificación del rodado, ella se dio a la fuga, aunque posteriormente fue detenida.