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ASUNCIÓN. “Si vamos a tener que encerrarnos de nuevo, como en aquel tiempo (desde marzo del año pasado), el Gobierno va a tener que dar nuevamente Pytyvõ. Ese es el panorama porque países que tienen vacunas están con serios problemas. Chile que tiene vacunas, incluso nos donó y todo, volvió a la cuarentena”, señaló el empresario Elzear Salemma.

Sus palabras se dieron durante una conversación con periodistas de la 1020 AM, ocasión en la que el hombre de negocios exhortó a la calma a todos los sectores, incluso sugiriendo que las personas deberían recurrir a su fe personal para afrontar este difícil momento. También invitó a no desobedecer las medidas sanitarias.

“Tenemos que tomar con calma y fe esto y debemos acatar las medidas que nos recomiendan, hay locales comerciales que adoptaron perfectamente las medidas y eso ya está instalado. Si empeora esto con la cuarentena, el Gobierno tiene que preparar un Pytyvõ mbarete para la cantidad de gente que está desempleada”, añadió.

Tampoco negó la desazón que causan las innúmeras denuncias de deshonestidad en la gestión pública e, incluso, el hecho de que los presuntos perpetradores de hechos punibles queden sin castigo. Y sobre el punto hincó que los denunciados son recibidos con los brazos abiertos en locales comerciales y asociaciones privadas.

“Nadie da una explicación, mucho menos un proceso y mucho menos una sentencia para alguien que se quedó con la cosa pública. También como sociedad somos cómplices porque a esta gente con una sonrisa en los labios se los recibe en los restaurantes y clubes”, amplió.

Ya en relación a la coyuntura sanitaria, Salemma hizo cuestión de remarcar que, si bien puede haber culpa del Gobierno por la actual crisis, la sociedad no se exime de su responsabilidad, dada la falta de observancia de las más simples medidas preventivas.

“Nos relajamos un poco porque nos fue bien y relativamente fácil como país y como sociedad. Creo que le perdimos el miedo, porque en marzo del año pasado esto estaba totalmente parado y nadie salía, ni se animaba a ir a ningún lado. Era una cosa impresionante el acatamiento. Luego le fuimos perdiendo el miedo y como sociedad nos descuidamos y ahora están las consecuencias”, finalizó.