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SANTIAGO, Chile. Tras la baja masiva de mandatarios a principios de 2018, la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), el presidente de Chile, Sebastián Piñera, apoyado por el colombiano, Iván Duque, anunció la necesidad de tener un organismo con la misma función que solía tener la Unasur, que se llamaría Prosur. Algunos medios chilenos aseguraron que Piñera está organizando una cumbre en Santiago para gestionar su lanzamiento.
La Unión de Naciones Suramericanas fue una iniciativa muy funcional a Luiz Inácio Lula da Silva como sustituto de la Organización de Estados Americanos, y permitió a Brasil poner un freno a la hegemonía de EE.UU. en Sudamérica.
El tratado constitutivo se firmó el 23/05/2008 en la ciudad de Brasilia, donde se estructuró y oficializó la Unasur.
En abril de 2018, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú suspendieron su participación en la Unasur, alegando imposibilidad de elegir un nuevo secretario general. En agosto 2018, Colombia anunció que abandonaba la organización.
Medios de prensa internacional indican que se precisa un soporte colectivo regional. La OEA está muerta desde hace décadas, tal como en su momento lo hizo notar Cuba, cuando rechazó el convite de regresar.
A casi nadie le importa lo que dice su secretario general, el uruguayo ex socialista Luis Almagro, por más que lo reproduzcan todos los adversarios de Nicolás Maduro. De hecho, la permanencia de Maduro en el poder corrobora la ausencia de poder de la OEA.
El lunes 18 de Febrero, Sebastián Piñera, el presidente chileno insistió con crear un organismo que una a todas las naciones sudamericanas. A pesar de despertar un fuerte rechazo, la idea del bloque es, según el presidente de Chile: “lograr un nuevo referente en Sudamérica, con mejor coordinación regional”.
