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ASUNCIÓN. Tras zafar de la amenaza de expulsión del Senado, Rodolfo Friedmann ha decidido apuntar todos sus dardos hacia el proceso judicial abierto en su contra luego de que fuera imputado por la Fiscalía el pasado 31 de agosto. Parece obvio que prefiere dar la guerra a través de los medios y las redes sociales y no en los estrados judiciales, ya que desde entonces, su abogado, Guillermo Duarte Cacavelos, lo único que hizo fue chicanear el proceso, a tal punto que hasta ahora ni siquiera se pudo realizar la audiencia de imposición de medidas.

En su cuenta de Twitter inició una feroz campaña en contra de su imputación y de medios a los que acusa de obedecer órdenes de Horacio Cartes, alegando que es solamente un perseguido político del expresidente. En ese material, en el que afirma ser inocente, etiquetó a conocidos periodistas, quienes, según varias fuentes, serían los asesores contratados para limpiar su imagen a través de programas televisivos y las redes sociales.

Uno de los argumentos que utiliza para mostrarse como perseguido político es que “nunca faltó un plato de comida en el Guairá”, lo cual es muy pererí ya que las acusaciones en su contra no hablan de que haya faltado el almuerzo en las escuelas, sino que por ser el accionista mayoritario de la empresa que proveía ese almuerzo al mismo tiempo que gobernador del Guairá, lo que hizo fue amañar las licitaciones para que ESSA fuera siempre adjudicada, y sobrefacturar los precios establecidos.

Lo que se destaca en esta frase es que, de manera aparentemente involuntaria, se reconoce ligado comercialmente con la empresa, lo cual había negado desde que uno de sus exsocios realizó la denuncia pública.

El video de Friedmann no consiguió su objetivo, ya que los internautas reaccionaron con duras críticas en su contra, recordándole, incluso, que es un senador mau y que la empresa ESSA fue la que pagó una lujosa camioneta, joyas y viajes para él y su esposa, Marly Figueredo.