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El juez penal de Garantías Gustavo Amarilla explicó por qué, junto con su colega Rosarito Montanía, decidieron no enviar más reclusos a la penitenciaría de Tacumbú, a pesar de que el Ministerio de Justicia decidió, días atrás, reabrir las instalaciones ante el grave hacinamiento que existe en las demás cárceles del país.
Según Amarilla, Tacumbú no es el lugar más apto para albergar a procesados que estén involucrados con el crimen organizado.
En la 1020 AM, el magistrado explicó que “nosotros, como ciudadanos, reconocemos la problemática que se vive en el Penal de Tacumbú a través del grupo de crimen organizado. Nosotros desconocemos si hubo negociaciones de este grupo con el Ministerio de Justicia. Lo que no podemos desconocer es que el penal no está del todo administrado por nuestras autoridades”.
“Hay que ser astutos, patriotas e inteligentes para ver cómo ir debilitando esa estructura y evitar enviar a personas que puedan ser futuros soldados o financistas del grupo criminal liderado por Armando Javier Rotela”, añadió.
Según el magistrado, “el Clan Rotela tiene dominio en muchísimos de los pabellones. No es algo que lo cuento yo nomas. No se puede permitir que se potencie este grupo. Esto es tirar más leña al fuego y nosotros, con nuestras resoluciones, a partir de no mandar en el cumplimiento de una prisión preventiva, a gente que pueda pagar con su dinero, pagar esa cuota que te piden adentro, estamos ayudando a debilitar ese grupo criminal que necesita ese capital para sus cosas ilícitas”.
“Hoy escuché que el Penal tenía más de 1.200 internos, siendo que es máximo para 900. Sigue siendo un lugar de sumo hacinamiento”, concluyó.
