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ASUNCIÓN. La ministra del Trabajo, Mónica Recalde, delineó los aspectos claves que se propusieron a abordar durante los primeros 100 días del nuevo gobierno en su área de responsabilidad. Uno de los temas destacados es la simplificación de procesos en el ámbito laboral, con un enfoque en la reducción de la burocracia y costos que actualmente afecta a las empresas, especialmente a las pequeñas y microempresas.
Recalde resaltó que actualmente existen tres tipos de registros: el Registro de la Secretaría de Trabajo (SET), el Registro del Instituto de Previsión Social (IPS) y el Registro Patronal del Ministerio del Trabajo. Estos registros se acompañan de una gran cantidad de documentos duplicados, lo que conlleva costos significativos para las empresas, en particular para las más pequeñas. La ministra enfatizó la necesidad de analizar detenidamente la documentación requerida y considerar la posibilidad de simplificar los procesos, evaluando incluso la viabilidad de utilizar el sistema del IPS para centralizar y agilizar la documentación.
Con relación a la informalidad laboral, Recalde dijo que hay que distinguir entre la informalidad en la ocupación y la informalidad en el sector asalariado. Según la ministra, la obligación de formalización y la adquisición de seguridad social se aplica al sector asalariado privado y público. Por otro lado, el sector independiente, que representa alrededor del 31% de la ocupación laboral actual, no tiene una obligación similar, aunque existen mecanismos para fomentar su formalización.
Actualmente, la tasa de desempleo se sitúa en un 6,2%, con aproximadamente 242 mil personas desempleadas. Para abordar este desafío, el gobierno se propuso elevar los niveles de formalización en al menos uno o dos por ciento. La ministra indicó que actualmente la cobertura de seguridad social alcanza alrededor del 50% de la población, pero es necesario mejorar este indicador, especialmente en el contexto de una presión demográfica creciente y la entrada de nuevos asalariados al mercado laboral.
“El presidente Santiago Peña fue muy claro en que esos niveles de formalización tenemos que elevar uno o dos por ciento, porque al tener mucha presión demográfica que entra en el mercado de trabajo y asalariados. Si bien nuestra población objetivo de IPS va creciendo en términos generales, en términos porcentuales del nivel de los indicadores del INE esto no podría representar ningún movimiento, pero ahora tenemos casi 710 mil personas en el IPS, más 300 mil personas en las otras cajas previsionales. Tenemos más o menos 1 millón de personas que están hoy cotizando para su jubilación”, detalló.
Uno de los mayores desafíos identificados es la existencia de lagunas previsionales, donde las personas ingresan y salen del empleo formal, lo que dificulta la continuidad de las cotizaciones. Recalde subrayó que este es un problema que afecta a la retención de la seguridad social y que se debe abordar con estrategias efectivas.
