ADN Digital
A diferencia de lo que suele ocurrir en los días previos a la Semana Santa, es imperativo que este año los comerciantes no pretendan recuperar todas sus pérdidas en este tiempo, ya que sería inhumano cargar aún más a la ciudadanía con precios inalcanzables que impidan la adquisición de lo más básico y tradicional para estas fechas.
Ya es más que suficiente lo que pasó la gente en estos últimos años, y contener la suba de precios de productos de la canasta básica, por lo menos en estos días, será un respiro ante tanta mala onda que nos rodea. Es por eso que cae muy bien la decisión de la Cámara de Supermercados, de bajar los precios de diferentes productos, entre el 15 y el 30%, lo que permitirá que mucha gente tenga acceso a los mismos, algo que hubiera sido impensable si se seguía con la tendencia del aumento indiscriminado.
Al igual que el resto del mundo, los paraguayos estamos viviendo el fin de la más cruenta guerra que pudiéramos haber imaginado, que costó muchas vidas y bienes de compatriotas que no solamente perdieron a sus seres queridos sino que se quedaron en la calle. Con la disminución continua de casos y la posibilidad de eliminar las restricciones, empieza ahora el tiempo de la reconstrucción, nuestra y del país.
Para que esto pueda ser un poco más fácil de lo habitual, la solidaridad es fundamental, puesto que solo de esa manera lograremos todos salir del profundo pozo en el que estamos. Así que no es tan traído de los pelos que industriales y comerciantes piensen más en la gente y menos en sus ganancias, y tiendan una mano, tan necesaria en este momento, para levantar a los compatriotas que lo han perdido todo.
Esperamos no pecar de ingenuos al tener la esperanza de que el ejemplo de la Capasu puede cundir y la Semana Santa pueda ser vivida por todos los paraguayos sin presiones ni angustias y con acceso a lo que necesitan las familias para ello.