Inicio / Editorial / Hagan lo que yo digo… no lo que yo hago

Hagan lo que yo digo… no lo que yo hago

Una y otra vez escuchamos y vemos a los responsables de la Salud Pública advertir que no es hora de dormirnos en los laureles y que más que nunca hay que seguir con las medidas sanitarias restrictivas como el uso del tapabocas, lavado frecuente de manos y, fundamentalmente, evitar las aglomeraciones de personas. Nos dicen que el hecho de que haya disminución en el número de contagios y fallecidos por Covid-19, y que en este momento se produzca una vacunación masiva a la población, de ninguna manera implica que hayamos ganado la guerra.

Es cierto que siempre hubo inadaptados que, aún con los números altísimos y sin vacunas, hacían pito catalán a las medidas restrictivas y vivían la vida loca como si el virus fuera un invento de los gobiernos. Pero hay un sector ciudadano que siempre respetó las medidas sanitarias y que en este momento también sabe que la guerra dista mucho de ser ganada por lo que los cuidados deben permanecer.

Pero, ¿qué va a pensar ahora esa ciudadanía responsable cuando el mismo viceministro de Salud dice que se analiza hacer test rápidos en lugares de asistencia masiva, como bares, discotecas, estadios y hasta canchitas de barrio, porque “no podemos seguir viviendo encerrados”?

Lo peor es que Hernán Martínez utiliza para hablar de alentar las aglomeraciones el mismo argumento que lo hacen desde Salud Pública para desalentarlas. Según el viceministro, es posible pensar en actos multitudinarios porque los números están bajando y hay vacunación masiva. Mientras que desde el lugar que él representa dicen que no hay que aglomerarse porque el descenso de casos y la vacunación no implican que se tenga que bajar los brazos.

Esta es una muestra más de la pésima comunicación que se ha tenido desde el gobierno durante la pandemia, y, aunque la gestión parece haber mejorado un poco en algunos sectores, todavía tienen una absoluta incapacidad de hacerse entender. Habilitar los estadios, sin tener en cuenta la dramática experiencia de otros países es, en el mejor de los casos, tentar al diablo.

Commentarios

comentarios

Mira también

Descarados

Aprovechar una desgracia que no solo destruye a una familia sino que golpea con dureza …