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Siempre esperan que llegue la sangre al río

Entre las varias cosas de las que carece este gobierno se destaca la falta de previsibilidad o de sentido común, que en este caso viene a ser casi lo mismo. Hace mucho tiempo que existía el problema con el precio de los fletes y las pérdidas que sufrían los camioneros a causa de esto y del aumento del precio del combustible; sin embargo, las autoridades parecían observar impávidas mientras el conflicto aumentaba y los ánimos iban caldeándose.

Es algo tan recurrente que ya parece un chiste, o una decisión gubernamental de esperar siempre que la sangre llegue al río para enterarse del problema e intentar una solución, que sea cual fuere, tendrá un costo muchísimo más alto que si se la hubiera buscado cuando la cuestión era aún manejable.

Claro que la solución está muy lejos aún de ser encontrada, fundamentalmente porque la crisis ha hecho que las posturas de camioneros y productores se radicalizaran hasta lo insoportable. Los primeros no están dispuestos a ceder un ápice de su decisión de frenar toda actividad en el país hasta no salirse con la suya e imponer, por ley, la fijación del precio del flete; y los agroexportadores se resisten a dejarse someter por medio de amenazas y amedrentamientos.

Y, como no podía ser de otra manera, será nuevamente la ciudadanía la que resulte castigada por este conflicto que se generó por la absoluta incapacidad del gobierno de Abdo Benítez para apagar el fuego antes de que el barril de polvorín estalle. Empiezan a faltar productos esenciales como la leche y otros de la canasta básica en los supermercados, y los que se encuentra, están a precios siderales.

Nadie sabe cómo saldremos de esta. Otra vez se juega con la paciencia del ciudadano de a pie que no solamente tiene que rogar que llegue la vacuna para su segunda dosis sino que ahora ni siquiera puede adquirir lo que requiera para mantener a la familia a un precio normal. Así que muy bien podríamos temer estar al borde de una nueva crisis social que ponga en vilo a las instituciones y a la gente, que ya no merece ser vapuleada por los incompetentes de siempre.

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